Hace algunos años, cuando estaba cerca de cumplir los 18, un buen amigo mío, invitó al grupo de amigos a un vecino suyo, al que aceptamos sin problema, nos empezó a invitar con frecuencia a su casa.
El día de su cumpleaños 18 le organizaron una fiesta en una casa de descanso con alberca, hicieron carne asada, había cervezas y otros licores. La fiesta inició como a las 9 y ya más tarde se acabó el hielo, entonces la mamá del festejado que era una señora muy guapa y bien conservada, me dijo si la podía acompañar por unos hielos, me preguntó si sabía manejar por qué ella no veía bien de noche, le contesté que sí y me dio las llaves, nos subimos al auto y nos dirigimos al súper.
En el camino hablamos cosas sin importancia, tanto que no las recuerdo, al comprar el hielo, pagó también unas cervezas, me preguntó si quería, acepté y de regreso bebimos una, antes de llegar me pidió que me detuviera, me estacione en un lugar tranquilo, ella puso música, destapamos otra cerveza y encendió un cigarro. Me sacó plática la cual fue agradable por qué para nada se sentía incómodo el ambiente y nos reíamos, después me empezó a preguntar si ella se veía linda, la verdad es que estaba muy guapa y buenísima, no se lo dije así, sólo atinaba a decir que no era fea, tenía una blusa de tirantes sin manga y una falda arriba de las rodillas, de piel bronceada y cabello rizado castaño.
Empezó a acercarse cada vez más a mí seduciendome, yo para ese momento ya tenía una erección que inició desde que me preguntó sí la veía linda, tenía un par de tetas riquísimas, que sentí cuando se me acercó, inesperadamente empezó a besar mi cuello hasta llegar a mi boca.
Para ese momento yo estaba que no lo creía, excitado al máximo, pegó su cuerpo al mío aún más, subió su falda me tomó una mano y la puso sobre su muslo, con la otra mano tomó mi pene y lo empezó a frotar, seguramente vio mi excitación se separó un momento y me dijo que estuviera tranquilo que respirara hondo, yo pensé que todo terminó ahí porque bajó del auto, pero no, me pidió que me pasara para atrás, así lo hice al igual que ella.
Una vez atrás me preguntó que si era mi primera vez, le contesté que no, pero con una mujer mayor sí, ella con una sonrisa que aún recuerdo me dijo que sería mi maestra, me preguntó si me habían echo una rusa a lo que conteste que no nunca (ella se encargó de que me quedara muy claro y nunca lo olvidara), inmediatamente tomó mis manos y las puso sobre sus tetas preguntando si me gustaban, yo me estremecí, contesté con un débil sí, las movió en círculos, se dirigió a mi pene erecto, bajó mi short y empezó a lamerlo y chuparmelo, yo seguía con mis manos torpes en sus tetas y pezones, después ella puso mi pene en medio de sus tetas apretandomelo, subiendo y bajando sus tetas masturbándome, de un instante no pude más y eyaculé, salpicando sus manos que uso como recipiente, me dijo que no había problema que me tranquilizara. Después de limpiarse yo quería sorprenderla así que la acosté en el sillón del carro, le lami toda la vagina y el clítoris, supe que ella lo gozaba por qué se humedeció mucho y gemía sutilmente, después ella se quitó, tomó de nuevo mi pene flácido en ese momento y empezó a subir y bajar a lamer.
No tardé mucho en tener otra erección, acomodó los asientos, me acomodó a mí y se subió a mi pene, sentí su interior húmedo y caliente, era una sensación deliciosa, subía y bajaba a diferentes ritmos, en momentos paraba, ponía mis manos en sus nalgas y me decía que las apretara, que la nalgeara, que besara sus tetas, me besaba también la boca moviendo la lengua de una forma increíble, finalmente sentí como me mojó yo pensé que se había orinado, empezó a moverse más rápido, con más fuerza me jaló hacia sus tetas y siguió un poco más hasta que me vine de nuevo, se quedó abrazada a mi por un instante y me dijo que tenía muchas cosas que enseñarme. Después supe que no sé había orinado, si no que se vino ella también. Procedimos a cambiarnos, regresamos a la fiesta y actuamos como si nada hubiera pasado, ese fin de semana fue increíble e inolvidable. Paso el tiempo y seguimos con nuestros encuentros pero eso ya es otra historia
SEXO CON UNA MUJER MAYOR QUE YO