San Valentín está a la vuelta de la esquina y para las personas que hacen regalos en estas fechas seguro les viene genial algunas ideas, pero también para nosotras que tenemos ganas de hacer cosas especiales, pero no sabemos cómo abordarlo por miedos e inseguridades.
Aquí les presento un relato enviado por Rosa Torres Vadell del blog la sonrisa de Rose que se ha animado a contarnos una historia corta donde las sorpresas y los regalos menos esperados son los que más nos hacen felices.
Muchas noches, cuando Juan se metía en la cama le pedía a Violet que bailase para él, pero ella siempre le contestaba:
– No… Ya sabes que me da mucha vergüenza, no me gusta mi cuerpo…
– ¡No seas tonta! A mí me encantas toda tú…
Pero siempre quedaba en un deseo para él y una lucha para ella. Y es que cuando no te gusta tu cuerpo tienes que luchar a diario contigo misma para ir superando retos y miedos.
Un simple baile puede ser un gran reto.
Juan decidió dejar de presionarla y dejar que fuese ella quien diese el paso si se sentía preparada. Así que fue al centro en busca del regalo de San Valentín, que cada día estaba más cerca y aún no le había comprado nada.
Dio unas cuantas vueltas pero no vio nada. El destino, o la casualidad, le llevó a un callejón que no recordaba y, casi sin darse cuenta, estaba delante de un SexShop, “¿Por qué no?” pensó, y empujó la puerta.
Al entrar se sintió un poco mareado: las luces, el olor… Empezó mirando todo lo que tenía alrededor…
– ¡Hola! ¿Puedo ayudarle en algo?- le preguntó de repente una chica con una bonita sonrisa (y unos exuberantes pechos).
– Hola… Pues estoy buscando un regalo para mi novia… Pronto será San Valentín y aún no tengo nada para ella.
– ¡Genial! Este es el sitio perfecto. Mire, aquí están las velas de masaje, esposas y antifaces – le iba diciendo ella a medida que paseaban por la tienda. Él, a ratos, dejaba de escuchar observando lo que tenía alrededor- … También tenemos kits que son un poquito más completos. ¿Ve algo que le guste?
– Le voy a ser sincero… Por casa hay alguna de las cosas que me ha enseñado…
– ¡Pues ya me lo ha dicho todo! ¿Qué le parece este kit? No es de los básicos con esposas, antifaz y un vibrador… Es para empezar con un bondage suave, con un látigo, pinzas para los pechos… Creo que es el más adecuado para ustedes…
– Pues me llevaré este… ¡Espero que le guste! Muchas gracias por todo.
– ¡Seguro que le sorprende su reacción! Hasta pronto.
Mientras, unas calles más abajo, Violet también estaba buscando su regalo… Pero ella tenía claro lo que quería ¡ropa interior sexy!
Después de probarse un montón de conjuntos encontró uno con el que se sentía cómoda y, sobretodo, ¡sexy! Nunca pensó que se sentiría así…
Se fue corriendo a casa y escondió su regalo. Unos minutos después, escuchó la puerta de casa, y salió del baño justo para ver cómo Juan se metía en la habitación.
Fue una noche como casi todas las demás: cenaron juntos, vieron un poco la tele y se fueron a dormir (o no…)
La noche de San Valentín decidieron ir a cenar fuera… Al llegar a casa ella se metió en el baño corriendo y Juan se tumbó en la cama.
– ¿Qué haces tanto tiempo allí metida? Date prisa que quiero darte tu regalo…– Gritó Juan.
De repente, las luces bajaron de intensidad y empezó a sonar una música muy sexy. Ella apareció por la puerta y empezó a desnudarse.
Bailó para él cómo no lo había hecho antes quedándose sólo con el picardías que había comprado para él. Juan estaba sin palabras…
¡Qué bonita y qué sexy estaba! Se levantó de la cama y la besó en los labios…
– No vuelvas a decir jamás que no eres bonita… ¡Feliz San Valentín! – le dijo a la vez que le daba su regalo.
Ella abrió los ojos como platos pero, dejándolo otra vez sin palabras, le dijo:
– ¿Con qué quieres empezar a jugar?
Fue una noche de San Valentín que jamás olvidarían…
Anímate a disfrutar de un San Valentín diferente ❤️ Lolita’s sex shop 💋