Después de años de no ver a esta persona con la que ya había tenido algo pasajero, le mandé un mensaje de texto y me contestó que estaba triste, le pregunté ¿por qué?
me empezó a platicar que su novio la había dejado.
Traté de consolarla. Le pedí que nos viéramos y me dijo que estaba bien, pero que solo era para platicar. Nos quedamos de ver a unas cuadras de su casa, cerca de una avenida, ya era de noche. Le esperé en ese lugar, llegó y se subió al carro, se veía muy bien y olía muy rico. Ella es alta, güera y madura. En este tiempo tendría casi los 40 años.Cómo 5 años sin verla me sorprendió lo cuidada que estaba.
Ya arriba del carro me platicó su historia con este novio que la dejó, que estaba triste.
Se le salían las lágrimas y yo le decía que no llorara, que estaba muy sabrosa para llorar por un pendejo, la abracé y la besé.
-no , ¿qué haces?
-¿Qué? Yo siempre a pesar del tiempo he estado contigo y si no nos hemos visto en todo este tiempo fue porque tú nunca quisiste, pero yo siempre he pensado en ti.
Comencé a besarla y dejó de resistirse, la puse bien cachonda con besos en el cuello, en la boca hasta que levante su blusa, subí su brasier y mame sus pechos blancos por un buen rato, le mordí los pezones y así estuvimos agasajando por un buen rato dentro del carro. No paso nada más, sólo fuimos a cenar y platicamos de como nos había tratado la vida en todo este tiempo que no nos vimos ni sabíamos el uno del otro. La dejé en su casa y quedamos en volvernos a ver. Pasó una semana y le dije que fuéramos al motel, dijo que no quería sexo, que aún extrañaba a su ex.
-no vamos a tener sexo, mamita! Solo haremos lo mismo de la vez pasada, besos, faje, te mamaré las tetas sin que nadie nos moleste o que vaya a llegar una patrulla.
-ok, vamos.
La quedé de ver en el mismo lugar de la vez pasada, ya de noche. Llegamos al motel y rápidamente la acosté en la cama, la besé, levante su blusa y su brasier y mame sus ricas chichotas, le quité las mayas negras, quité su tanga. Me desnudé, la desnudé por completo, se puso de pie, me mamó el pene un buen tiempo y me decía: ya vente!
-no, mamacita como que vente
Me levanté, la puse en la orilla de la cama, le di sexo oral lamiendo su clítoris y toda su vagina me la comía, ella gemía de placer, entonces puse sus piernas a mis hombros, yo estaba parado y se la metí sujetaba sus piernotas fuertemente a mis hombros.
Ella me decía: que rico le das, no te detengas papi !
Yo estaba tan excitado que le daba más duro, su linda vagina estaba riquísima que después de un rato la solté, aventé mi semen en su boca y ella se lo comió todo finalizando es lamer todo mi pene.
Caímos rendidos en la cama, la abrace y nos quedamos dormidos pasando toda la noche juntos.
CONSOLANDO A UNA AMIGA