Un día andaba con muchas ganas de tener sexo, a lo cual decido colocar una publicación en un portal de sexo casual, “busco sexo sin compromiso con alguna mujer madura” luego de una semana me llega un email de una dama llamada Jesica que me había respondido, a lo que al leer me pregunta, de donde eres, cuántos años tienes? Luego de responder y parecerle bien mi respuestas le pido su whatsapp, es en ese momento que empieza lo increíble, yo tenía 32 años y ella 46 años, nos intercambiamos fotos, me envía una foto en lencería con un corsé donde se resalta sus senos y un trasero muy bien trabajado, además de enviarme un video teniendo sexo, donde se veía que tenía buen movimiento. Luego de dos semanas compartiéndonos fotos de nuestros miembros y videos, decidimos juntarnos.
Cuando nos vimos por primera vez en un bar se veía mucho mayor en persona que en las fotos, sin embargo luego de conversar caminamos hacia un motel, al ingresar le ofrezco jugar una ruleta erótica que había descargado en mi celular de una aplicación, a lo que ella accede para así ir entrando en confianza, partí ganando yo por lo cual empezó a sacarse un chaleco que tenía y luego su pantalón quedando sólo con lencería de encaje negro muy sexy, luego me empecé a desnudar yo hasta quedar sólo con boxer, luego de eso la comienzo a besar muy apasionado mientras acariciaba su trasero mientras ella metía su mano en mi ropa interior acariciándome mi pene, luego de eso comienzo a besar sus senos los cuales eran grandes con pezones muy duritos, empecé a bajar besando su abdomen y besando su vagina depilada que ya en ese momento estaba muy mojada, luego de un momento me coloco el preservativo y la penetro muy fuerte a lo que siento un gemido muy placentero y me dice: Sigue, no pares, sigue, sigue!!
Luego ella se cambia de posición y se coloca enzima mío dandome la espalada y viendo como su trasero se movía encima mío lo cual esa vista me hizo excitarme muchísimo, con la desesperación empecé a apretar su deliciosas nalgas que movía de forma increíble, cuando acabe me saco el preservativo y decidió lamerme mi pene para sacar con su lengua todos los restos de semen que me quedaban, mientras me miraba de una forma tan sensual, una madura increíble sedienta de placer, que mostraba una agilidad increíble y una pasión nunca vista. Luego de tal encuentro hubieron factores que hicieron que no nos volviéramos a juntar nuevamente pero sin embargo una experiencia para jamás olvidar.