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En el antro bien caliente!

En el antro bien caliente!

Hola que tal, mi nombre es Indira y para que me conozcan me describiré aunque anexo una foto mía. (¿no sé como subirla me ayudan?)
Soy una chica de mediana estatura, tez blanca, cabello castaño claro muy bonita de cara, he trabajado en televisión y radio, tengo unos senos grandes, piernas hermosas y unas nalguitas muy ricas, tengo 28 años, actualmente estoy casada y me atrevo a hacer este relato puesto que tengo permiso de mi marido, además que todo esto paso antes de conocerlo, yo intenté ocultar mi pasado y lo “caliente” que fui pero mi esposo resultó igual o más caliente y juntos emprendemos una nueva etapa 😉
Yo siempre fui de esas chicas de antro y me encanta conocer personas, pero en mi vida social diaria no pasa de eso, conocer, platicar filtrear un poco y adiós. Desde siempre me considere sexy y me gustaba ver la cara de mis compañeros de escuela al verme, y todo esto me era muy difícil de hacer en mi vida normal por lo tanto a veces me daba mis escapadas a lugares no concurridos por mis amigos yo sola o con una amiga especial para eso.
Pues ese era uno de esos días en los que yo me sentía especialmente caliente, todo el día desde que me levante estuve con la tanga mojada, soy una mujer que cuando está excitada me mojo bastante, a mi marido le encanta meterte uno, dos, tres o hasta cuatro dedos de lo lubricada que estoy.
Ese día me vestí con un pantalón blanco pegado, una tanga con pedrería y una blusa rosa escotada con un sostén muy delgado, fui al trabajo y como estaba muy caliente me agachaba para que me vieran mis compañeros, incluso en el elevador le regale una vista perfecta de mis pechos a Eduardo, un proveedor de la empresa donde trabajaba, fingí que uno de mis tirantes se soltó y le pedí amablemente que me ayudara, al hacerlo hice de lado el sostén para poder volver a poner el tirante en su lugar y al hacerlo me pudo ver todo el pezón rosadito que tengo, me ayudo nervioso y me comía con la mirada, a mi me encanta que los hombres me coman con la mirada me excita de sobre manera, estaba yo super empapada, hasta tenía miedo que se me transparentara en el pantalón, pero no fue así.
A la hora de la comida fuimos varios compañeros juntos a comer puesto que era cumpleaños de uno de ellos, yo cruzaba y descruzaba las piernas para sentir el roce, estaba caliente, muy caliente y muy mojada pero ahí no podía hacer nada así que me resigne y me dirigí hacia el bufete en donde pretendía servirme un postre, al tomar una cuchara esta resbaló cayendo al piso y me agache en cuclillas para recogerla al mismo tiempo que un tipo de unos 34 años muy guapo con el que ya había cruzado varias miradas, la cuchara quedo entre mis piernas y fue entonces cuando alcé la mirada y nos vimos de frente, el se atrevió a estirar la mano para tomar la cuchara y al sacarla rozo levemente mi entrepierna, uff que atrevimiento pensé yo, pero como estaba caliente no me importó, le agradecí el toqueteo con una sonrisa y seguí merodeado por los postres, el me regreso la sonrisa y continuó muy cerca de mí, puso su mano en una esquina de la mesa y aproveche para “vengarme” por su atrevimiento, así que me jalé la blusa hacia abajo casi hasta que mis pezones salieran y me acerqué para re cargar mi vagina empapada en su mano a la vez que me estiraba para coger una servilleta, me restregué en su mano un par de veces y el tuvo una visión perfecta de mis senos, y de un pezón que ya se asomaba por la blusa, sentí muy rico sentir esa mano desconocida entre mis piernas, el se quedó atónito y reaccionó solo después de que yo me había retirado, al sentarme vi desde mi lugar como se olía la mano, debía oler bastante pues mi tanga estaba empapada y el pantalón era delgado.
La comida transcurrió sin ningún otro incidente y todos regresamos a la oficina, yo tomé el teléfono y quedé con mi amiga para ir a una disco que frecuentábamos cuando queríamos una noche loca, tenía que esperar que dieran las 6 para salir del trabajo y dirigirme a casa de Martha, mientras tanto se me ocurrió que para no estar tan caliente me entretuviera un poco así que tomé un pegamento en tubo y me lo coloque discretamente debajo de mi pantalón en mi asiento, sentía el roce de algo duro con mi vulva y me gustaba, así estuve toda la tarde semi masturbándome, ahora mismo estoy mojada de solo recordar ese día tan especial.
Al salir tome un taxi a casa de Martha como no iba preparada le pedí que me prestara ropa para la ocasión, una minifalda de mezclilla super corta, a medio muslo y una blusa sin mangas pegada amarilla, siempre uso tacón por que realza mi figura y me prestó unas medias al muslo, me veía yo impresionante, mis piernas son hermosas y resaltaban bastante con mis zapatos de tacón alto y delgado, arriba la blusa se me pegaba al cuerpo increíblemente, me tuve que retirar mi sostén puesto que se verían los tirantes con lo que se marcaban perfectamente mis tetas paradas y grandes.
Pedimos un taxi por teléfono, el taxista era un puberto de no más de 20 años, traía en la parte trasera unos trajes que dijo tenía que entregar después y que por el momento los pasaría a la cajuela, mi amiga le dijo que no había problema que nos íbamos adelante las dos, me subí yo primero y después mi amiga, por el tamaño de mi mini se me subió hasta enseñar la tanga por delante, y como quedé un poco de lado el taxista tenía una visión completa de mis piernas, el final de mis medias y el principio de mi tanga, al cambiar velocidades rozaba mi pierna, yo estaba super caliente y mojada, cruce mi pierna sacando mi colita para que la viera mas, el no perdió el tiempo e hizo como si buscara algo en la parte del freno de mano, obvio me rozaba con la parte externa del a mano toda mi colita, me hice un poco más hacia atrás fingiendo que estaba incomoda y toda mi colita cubierta solo por mi tanga quedo prácticamente encima de su mano, tuvo que cambiar de velocidad y al sacar la mano empujo hacia adentro mi tanga, yo estaba a reventar de calentura, el regreso a “buscar” algo en el freno de mano y con el dedo rozaba la entrada de mi vagina empapada y abierta, era tanta mi excitación que eche la cabeza hacia atrás y me mordía un labio, mi amiga veía para afuera y ni cuenta se daba pero yo debía tener una cara de puta encantadora ya que en un alto se paró un policía a nuestro lado y me pudo ver toda la tanga y como estaba yo mordiendo mi labio, solo me chiflo, seguimos así unas cuadras, el taxista ya tenía lo mas que podía por la incómoda posición de su mano dos dedos en mi conchita y estaba empapada su mano, yo estuve a punto de bajarme a darle una buena mamada de lo caliente que estaba, pero en ese momento llegamos a nuestro destino y tuvo que sacar su mano, yo me acomodé la mini falda y comencé a buscar en mi bolso para pagarle a lo cual me dijo: No se preocupe señorita esta vez yo invito, mejor le dejo mi número por si quieren que las venga a recoger a la salida, tomé su tarjeta y le dije: con gusto nos dejamos re coger por ti, reímos las dos y nos bajamos moviéndonos como verdaderas putitas en busca de un hombre.
Al fin llegamos a la discoteca, Martha conocía muy bien al dueño pues había sido su novia hace tiempo y nos atendían muy bien, además que como bien saben siempre con bien recibidas las chicas en lugares de ese tipo, y más si esas chicas vienen con minifalda y están muy buenas y salidas.
Entramos al lugar que estaba a reventar, sobre todo en la parte de la pista, Martha no quiso perder el tiempo y se dirigió a la pista a bailar sola, en cambio yo me dirigí a la barra a pedir un whisky y platicar con el barman, un tipo muy lindo y feito que nos caía muy bien y nos regalaba alcohol a cambio de sonreírle un poco.
Al cuarto whisky busqué a mi amiga y la encontré en medio de dos americanos que le sobaban el culo y las tetas a placer, ella se dejaba hacer de todo y no me quedó más remedio que irme a bailar sola a la parte de arriba, ya que no quería llegar y competir con ella por un hombre.
Me puse a bailar junto al barandal dándole a todas las personas un espectáculo increíble, se veía toda mi vagina con el hilito de la tanga desde la parte de abajo, varios chicos se paraban abajo para verme, así estuve unos 15 minutos y nadie se atrevía a hablarme hasta que alguien me tomó del tallo y comenzó a bailar detrás de mí, me gustó atrevimiento así que no dije nada, solo le movía mi culito para sentir su paquete que ya se comenzaba a levantar, el me tomaba de la cintura y quería bajar sus manos a mis nalgas pero yo no se lo permitía, le tome ambas manos y solo lo dejaba sobar la parte de mi vientre y el principio de mis tetas, estuvimos así unos quince minutos y me zafé de él para dirigirme a los sanitarios, tenía bastante calor y los whiskys comenzaban a hacer efecto.

Al salir del sanitario me topé de frente a un joven bastante guapo, me sonrío y me jaló hacia un pequeño rincón al lado del baño, era la entrada al almacén que estaba al final del pasillo y los que venían caminando al baño no veían nada, tendrían que ir al final para poder observar algo, él era el chico con el que había estado bailando unos minutos antes, me dijo que bien te mueves, me arrinconó intentándome dar un beso en la boca y me hice a un lado, comenzó a besarme el cuello y a tocarme las tetas por encima de la blusa, regularmente no soy tan fácil, soy muy caliente pero no fácil, para que alguien me lleve a la cama me debe gustar y siempre lo hago batallar un poco, pero esta vez con todo el día que ya había tenido estaba super caliente y me dejé hacer, cerré los ojos y eché mi cabeza para atrás, el metió ambas manos debajo de mi mini falda y de un tirón arranco mi empapada tanga, todo el día absorbiendo mis fluidos debía estar ya muy pegajosa, se la guardo en su pantalón y yo intentaba sentir su paquete con mis manos.
El me apretaba las nalgas con fuerza, cuando estoy muy caliente me encanta el sexo salvaje, el no lo sabía pero me agarró en el momento justo que necesitaba un hombre así, metía la punta sus dedos en mi vagina mientras me sobaba el culito, yo estaba perdida de caliente y me baje la blusa para que pudiera ver y mamar mis tetas, me encanta que me las laman y muerdan un poquito, me pone muy caliente cuando le dedican especial atención a mis tetas y parecía que adivinaba lo que quería inmediatamente después de que baje la blusa comenzó a lamerme y a mordisquearme de tal manera que hizo que me perdiera aún más, paso una mano al frente y metió dos dedos en mi húmeda vagina, yo gemía de placer y comencé a besarle en la boca, el bajaba a mis pechos y subía lamiendo mi cuello hasta llegar a mis labios los cuales mordía un poco y volvía a bajar a mis pezones para mordisquearlos, mientras tanto no dejaba de meter y sacar sus dedos de mi vagina, bajé el cierre de su pantalón y saque su pene, un pene no muy grande pero si muy gordo, comencé a masturbarlo a la par que él metía ya 3 dedo, tenía ganas de sentirlo dentro mí de mí, quería sentir sus bolas chocando con mis nalgas, estaba completamente perdida de deseo y lujuria.
Enrolle una de mis piernas por su cintura para que tuviera mejor acceso a mi culito y a mi vagina mientras al oído entre gemidos le pregunte si traía condones, como respuesta saco uno de su pantalón y se lo arrebaté, lo abrí despacio mientras él se bajaba el pantalón y su bóxer, me metí el condón a la boca y me agache a ponerle condón con la boca mientras le daba una mamada, me la metí completa a la boca mientras lo veía, el me decía que era una putita muy hermosa, que siempre soñó con que una mujer tan linda le hiciera una mamada, yo que obviamente no podía hablar solo lo veía y le sobaba los huevos, se que a los hombres les fascina eso y a mí me encanta complacerlos para que me cojan como me gusta, estuve un buen rato tragándome su tranca, el solo me tomaba del pelo y se movía cogiéndome la boquita, yo ya no podía mas y me pare y me voltee dándole la espalda ofreciéndome como una perra, entendió perfectamente que era hora de cogerme y apunto su verga a mi vagina y de un solo golpe me la metió al fondo, ahhhhh grite, me hacía para atrás todo lo que podía, la quería más adentro.
Comenzó a moverse de lado raspando mis paredes vaginales laterales, eso me encanto y comencé a sobarme las tetas, gemía yo bastante fuerte pero por la música del local pasaba desapercibido, me apretaba las tetas jalándome el pezón me encanta que me hagan eso cuando estoy caliente el empezó a darme palmadas en las nalgas y eso me prendió aún más si es que aún existe un grado más de excitación yo solo gemía y murmuraba, que rico.
El se movía más rápido y me empezó a nalguear mas fuerte yo solo volteaba y sacaba mi lengua pasándola por mis labios, estaba yo recargada completamente contra la puerta del almacén siendo embestida por mi amante ocasional cuando de pronto esta se abre cayendo yo al piso, se rompió el pasador que la sostenía, por suerte no me lastimé ya que agarre de la misa puerta que se abrió.
Después de sobreponerme del susto inicial el se metió al pequeño almacén conmigo y me orilló a una mesa, yo estaba muy caliente no me importo el allanamiento del lugar, solo me acomodé y me abrí de piernas para recibirlo nuevamente, esta vez de frente, me metió todo de un solo golpe y yo solo le decía DIOS que rico, cógeme papi, así, así, ahora con la puerta cerrada podíamos hablar y escuchar lo que decíamos.
Estaba yo recostada en la mesa y el comenzó a morderme las tetas, a mordérmelas muy fuerte, me producía dolor pero me gustaba sentirme tan puta, me alzó de las nalgas mientras seguía con el vaivén de su verga dentro de mí, si estando semi caliente chorreo fluidos ya se imaginaran como estaba en ese momento, mis muslos interiores estaban empapados y el olor a sexo era muy fuerte en el lugar, le pedía mas, le exigía que me cogiera, le exigía mas verga.
Comenzó a moverse muy rápido y mis gritos eran muy fuertes, ahhh, ahhhh, ahhhh, mas, ahhh gritaba, el comenzó a gemir y supe que era el momento del orgasmo, comenzó ah decirme que estaba riquísima mientras yo empecé a sentir espasmos en mi vagina la apreté haciéndole “el perrito”, sí, tengo esa virtud que vuelve locos a los hombres, me vine de una forma deliciosa, el también terminó y nos quedamos un rato en esa posición gimiendo un rato, moviéndonos muy lento.
Baje mis piernas y me paré para acomodarme la ropa, mi falda estaba muy mojada ya que había recibido todos mis fluidos y mi blusa estaba empapada de sudor, el se quitó el condón lo tiro en una esquina se vistió y me pidió mi numero.
Yo le dije que no, que mejor otro día nos encontraríamos aquí, me acomode la blusa y le planté un beso muy rico por esa cogida maravillosa que me dio y que necesitaba para finalizar mi día, el me sobo la colita nuevamente y me aparté de él 😉
Salí del almacén a buscar a Martha y ya no estaba, fui por mi bolso a la barra y el barman me dijo que Martha me estuvo buscando y al final se fue con unos amigos.
Salí sola de la discoteca hice la parada al primer taxi que estaba y me fui a mi casa, ahora si iba ya tranquila, después de un día que parecía interminable terminé con una buena cogida y muy feliz, el taxista no desaprovecho para bajar su retrovisor al ver que mi blusa estaba mojada y se me marcaban bastante los pechos, solo sonreí y lo dejé observar.
Al llegar al edificio donde vivía rápidamente se bajó para abrirme la puerta, yo al bajarme tuve que abrir las piernas y regalarle una espectacular vista de mi panochita completamente depilada ya que no traía calzones, me baje y comencé a buscar en mi bolso para pagar cuando me dijo que no era nada, que era un placer atenderme y que cuando quisiera le hablara para llevarme a donde yo quisiera, me dio una tarjeta de su sitio con su número.
Me metí a mi casa y me tiré en la cama vestida, y así con el olor de un macho y de mis propios fluidos, me dormí…

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